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domingo, 16 de diciembre de 2012

En el interior....calidez


Cortinas técnicas: estilo y altas prestaciones

Revista TOLDO / Lluís Baixeras

Hablar de cortinas técnicas es, hoy en día, hablar de confort, protección solar, diseño, calidad, control, decoración... Si recordamos las aplicaciones que antes les pedíamos a las oficinas o lugares de trabajo veremos que en la actualidad se las pedimos también al hogar. Los hogares se han convertido en lugares más sofisticados, y con el aumento de las prestaciones de los productos destinados a la protección solar también ha aumentado la exigencia a cada uno de estos productos por parte de los usuarios. Dicho de otro modo, hace unos años pudiendo solventar la necesidad básica de proteger del sol el consumidor tenía suficiente. Ahora el producto que nos protege del sol debe tener, además varias características que lo hagan único, eficaz y adecuado a las características de cada caso. Y como hablamos de interiores el elemento estético cobra suma importancia.
Las cortinas técnicas están especialmente diseñadas para optimizar y re-direccionar la entrada de luz en el edificio, logrando un ambiente de trabajo con una iluminación homogénea y sin deslumbramientos. Además, los distintos sistemas deben poder adaptarse perfectamente a cualquier solución arquitectónica. Por su parte la gran variedad de tejidos, colores y acabados que existen hoy en día, permite una regulación aún mayor del porcentaje de transmisión lumínica y aseguran amplísimas opciones decorativas. En cuanto a seguridad, la mayoría de fabricantes aseguran resistencia al desgaste, incendio u otros parámetros que proporcionan buenos productos de larga duración.

Tipos y prestaciones
La cortina técnica es una denominación que ha ido ganando espacio en los últimos años. Esta locución define una serie de productos que prácticamente todos los profesionales del sector han adoptado. Estamos hablando de cortinas enrollables, cortinas verticales, cortinas venecianas, estores, cortinas plisadas y paneles deslizantes. Aunque algunos de los usos de estos últimos difieran un poco del resto la producción, distribución y venta suele seguir los mismos canales, de ahí que se agrupe con el resto.

La cortina enrollable es la más usada en ventanas por su versatilidad en las posibilidades de instalación. Se fabrica con una gran variedad de tejidos y ofrece multitud de accesorios. Se puede instalar tanto en interior como en exterior y es económica. Los sistemas de accionamiento disponibles son: mediante cadeneta, muelle de retorno automático, manivela y motorización eléctrica.

La cortina vertical está construida mediante lamas de caída vertical con recogida lateral. Está especialmente indicada para montajes de gran dimensión, con formas irregulares e incluso escalonadas.
Las lamas son graduables para modificar el ángulo de apertura, y existen varias medidas para el grosor de las mismas. Los mecanismos de accionamiento son mediante cordón o motor eléctrico. Se confeccionan con cualquier tejido técnico: screen, opaco, loneta, aluminio y madera.
La cortina veneciana se compone de lamas horizontales con graduación en su ángulo de apertura y con recogida horizontal. Es un sistema altamente económico y con gran posibilidad de adaptación a cualquier entorno o hueco. Se fabrica en aluminio, aluminio microperforado y madera, ofreciendo varios tipos de ancho de la lama. El accionamiento puede ser manual (mediante cordón) o automatizado.

Si lo que queremos es dar a los huecos de fachada, normalmente ventanas, un carácter altamente decorativo, los profesionales recomiendan la cortina plisada. Se adapta a ventanales que presentan limitaciones en su instalación: abatibles, de formas irregulares, claraboyas, invernaderos, abuhardillados. Su accionamiento puede ser manual mediante cordón o motorizado.


Por su parte, el panel deslizante, para muchos la versión actualizada del panel Japonés tradicional, es una solución para cubrir grandes superficies acristaladas pero también se utiliza para separar ambientes o espacios. Se caracteriza por ser una cortina construida mediante lamas de caída vertical con recogida lateral. Las lamas son graduables para modificar el ángulo de apertura, y existen varias medidas para el grosor de las mismas. Se puede utilizar en gran número de superficies, y está especialmente indicada para montajes de gran dimensión, permite formas irregulares. Los mecanismos de accionamiento son mediante cordón o motor eléctrico. Se puede confeccionar con tejido o material rígido, ya sea screen, opaco, loneta, aluminio y madera.

Por su parte los estores son un tipo de cortina fina que se despliega verticalmente que, al igual que los visillos, sirven más para tamizar la luz que par a impedir su entrada. Existe gran cantidad de variedades de tejidos y formas de acabado. Como el estor a varillas, que permiten plegarlo en la parte superior. El estor a paquete, que también se pliega en la parte superior pero en este caso no cuenta con varillas por lo que el pliegue produce un bulto irregular. El estor abullonado, estor en el que la tela está fruncida en varios puntos. El estor enrollable, que lleva una varilla alrededor de la cual se enrolla la tela. Y finalmente, el estor romano, con varias varillas horizontales, se pliega mediante un sistema de cuerdas en la parte trasera.

El grado sofisticación de la motorización hoy en día permite múltiples aplicaciones, ya sean las más sofisticadas integrando las cortinas técnicas en un sistema domótico, o bien utilizando motores individuales alimentados con pilas, conectados a la corriente eléctrica, sin olvidar la energía solar...


Tejidos

El control térmico, lumínico y visual
Cada vez son mayores las exigencias que se solicitan a los textiles de protección solar y las cortinas técnicas no son ninguna excepción. Es por este motivo que los fabricantes de estos textiles de uso técnico presentan constantemente innovaciones en las propiedades de estos productos con el fin de dar respuesta a las demandas del mercado. Además estas exigencias vienen respaldadas por el impulso que ha dado el Código Técnico de la Edificación (CTE) hacia edificios más sostenibles y eficientes, a través de establecer la obligación de incorporar criterios de eficiencia energética y el uso de energía solar, térmica o fotovoltaica, algo que influye notablemente en la necesidad de emplear adecuadas protecciones solares tanto en el exterior como en el interior.

Las cortinas son un elemento fundamental en cualquier espacio a la hora de lograr una entrada de luz natural óptima (entre 500 y 1000 lux): la intensidad de iluminación ejerce un efecto directo sobre el ser humano, su capacidad de visión, bienestar, seguridad en el trabajo y economía, creando deslumbramientos, efectos térmicos inadecuados y daños en materiales.
Además, una buena gestión de la luz nos puede reportar grandes beneficios en el ahorro energético de nuestros edificios, al permitir regular la ganancia y la pérdida calorífica y lumínica.

Así pues, es importante evaluar las funciones que deben prestar y las propiedades que deben poseer los textiles de uso técnico de protección solar para poder cumplir adecuadamente con sus funciones respetando al máximo los criterios de sostenibilidad y eficiencia del nuevo CTE. De este modo se pueden ofrecer algunos criterios con el fin de que arquitectos, representantes comerciales, instaladores o usuarios puedan seleccionar para cada situación la alternativa que mejor se adapte a su necesidad a partir de los productos existentes en el mercado.
Con el fin de aprovechar al máximo las prestaciones térmicas de las diferentes alternativas textiles de protección solar aplicadas en arquitectura debe evaluarse la distribución de la radiación o flujo solar incidente en el textil lo más eficientemente posible.
Así, debe tenerse en cuenta que cuando el flujo solar entra en contacto con el textil éste se subdivide en diferentes flujos solares. Un cierto porcentaje de la radiación solar será reflejado por el tejido. Es lo que se denomina la “Reflexión Solar o Energética” (Rs). Cuanto más claro sea el color del textil mayor será la Rs. Otro porcentaje del flujo solar será absorbido por el tejido. Es lo que se conoce como “Absorción Solar o Energética” (As). Cuanto más oscuro sea el color del textil mayor será la As. Por último, el porcentaje restante de la radiación solar será transmitido a través del textil. Es lo que se denomina como “Transmisión Solar o Energética” (Ts). Cuanto más claro sea el color del textil mayor será la Ts. 





Para completar el análisis de la regulación del efecto térmico es necesario evaluar los denominados Factores Solares. El Factor Solar Exterior (Fsext) representa el porcentaje de energía solar que pasa a través del textil y del cristal, más la cantidad de energía solar que ha absorbido el tejido y que va transmitiendo a través de él. Así, existen en el mercado distintos tejidos que van desde un intervalo Fsext de 6% hasta el 33%. Por su parte, el Factor Solar Interior (Fsint) representa el porcentaje de energía solar que pasa a través del cristal y del textil, con factores que suelen ir del 28% al 73%.

La transmisión visual (TV), conocida también como coeficiente de transmisión luminosa, representa el porcentaje de radiación visible que deja pasar el tejido respecto del total de radiación solar. Este parámetro contempla tanto el paso de luz por las aberturas del tejido como el paso de luz por a través de los hilos del tejido. Para conseguir el confort visual adecuado a cada situación particular es necesario que el tejido tenga el valor de transmisión visual conveniente. Los valores que se suelen encontrar en el mercado oscilan entre un 6% y un 19%.

En cuanto al nivel de visibilidad óptimo, no existe un único factor que permita evaluar de forma directa el nivel de visibilidad a través de un textil de protección solar. Es necesario analizar diversos parámetros para determinar la mayor o menor nitidez de visión. Los dos parámetros que más influyen son: el factor de obertura y el color. El factor de obertura permite evaluar el paso de luz solar por las aberturas del textil. Respecto al color del textil cuanto más oscuro sea menos luz solar pasará a través de los hilos del tejido. En definitiva, cuanto mayor sea el factor de obertura y más oscuro sea el color, más nítidamente se verá a través del textil.

Otros características
La estabilidad dimensional representa una característica fundamental en este tipo de textiles ya que evita la deformación del artículo en el momento de colocarlo o de utilizarlo impidiendo la formación de las conocidas “bolsas”. Cuanta mayor estabilidad dimensional posea menos se deformará. Esta propiedad adquiere una importancia mayor, si cabe, cuando el artículo es aplicado en el exterior de los edificios y, principalmente, en las de grandes dimensiones donde la estabilidad dimensional es un factor clave.

El gramaje y el espesor son dos parámetros que influirán en la flexibilidad del tejido. Es por esto que ambos deben ser especialmente seleccionados para obtener la flexibilidad correspondiente. Además, cuanto menor es el espesor de un textil más fácilmente es su enrollado. Los espesores para este tipo de artículos se encuentran entre los 0,32 mm de un textil de protección solar adecuado para el interior de los habitáculos a los 0,75 mm de otro textil adecuado para el exterior de las fachadas.
El gramaje dependerá del título del hilo, de la densidad de los hilos y del recubrimiento empleado, ya sea en el hilo o en el tejido. El textil con fibra de vidrio presenta gramajes entre 460-525 g/m2 para los artículos de exterior y gramajes entre 270-460 g/m2 para los artículos de interior.

La resistencia a la tracción, tanto en el sentido de la urdimbre como en el de la trama, es un parámetro importante en este tipo de textiles donde, por un lado, se les exige un número muy elevado de accionamientos de plegado y extendido y, por otro lado, que acostumbran a instalarse en grandes dimensiones de tejido. Por otra parte, el viento, los esfuerzos a los que se somete el textil como consecuencia de su utilización o la intemperie pueden provocar desgarros en el mismo. La selección de la materia prima empleada, la estructura del tejido y su acabado determinarán el nivel de la resistencia a este factor. Al igual que en el caso de la resistencia a la tracción se obtiene el resultado en decanewtons (daN).

Factor de abertura
Aunque se puede obtener a través de diferentes soluciones tecnológicas, todos los textiles de protección solar requieren una estructura que permita el paso de la luz y del aire. De esta forma se consigue regular adecuadamente el efecto térmico del sol y el control de la luminosidad. Estas oberturas en el tejido se pueden obtener a través de la regulación de la tupidez del tejido y el ligado del mismo (“micro-perforaciones”) o bien mediante la generación de las denominadas “micro-aireaciones” sobre el acabado del mismo. Uno de los parámetros que permite catalogar los textiles según su mayor o menor estructura perforada es el factor de abertura. Dicho factor representa el porcentaje de superficie del tejido perforada respecto a la superficie total del mismo, que para este tipo de tejidos oscilan entre el 1% y el 25%

Resistencia al fuego
Como la gran mayoría de textiles aplicados en espacios y locales públicos los textiles de protección solar deben ser resistentes al fuego. Los textiles resistentes al fuego se clasifican en 5 categorías, M0, M1, M2, M3 y M4. Un textil totalmente ininflamable posee una categoría M0.

Solidez de los colores
Debido a que los textiles de protección solar están expuestos durante prolongados períodos de tiempo a radiaciones solares y, por tanto radiaciones ultravioletas, deben poseer pues unas muy buenas solideces de las tinturas a dichas exposiciones solares.

Lluís Baixeras es Dr. Ingeniero Industrial Textil

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