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miércoles, 18 de julio de 2012

Un uso correcto de la luz natural....

Un elemento decisivo de confort en los lugares de trabajo es tener una buena iluminación natural a través de ventanales acristalados. De esta manera, se ha comprobado, que el absentismo y la rotación de los empleados disminuye, la productividad mejora y aumenta la satisfacción de los clientes. Además, se consigue reducir el consumo de energía e importantes ahorros en los edificios, también gracias a una buena iluminación natural.
Oficina utilizando claridad solar
La luz natural del sol no se puede improvisar y mal gestionada puede ser una fuente de deslumbramientos y de fatiga visual. Además la radiación solar mal controlada es una fuente de calor excesivo, por lo tanto, la necesidad de una buena climatización aumentan y por tanto los gastos también son más grandes. Si tenemos una protección solar eficaz, por ejemplo con toldos adecuados al espacio o a las ventanas, permitimos optimizar el confort térmico y visual durante el verano. 

Con el fin de responder eficazmente a cada necesidad particular, las prestaciones de la protección solar y de los toldos deben ser calculadas, medidas y controladas, para poder sacar el mejor partido de la luz natural y de la energía solar, por eso debemos integrar la protección solar desde la fase del diseño del edificio o en el inicio del proyecto de renovación.
Para optimizar el confort visual y térmico del los inmuebles de oficinas, existen multitud de tejidos para poder proponer soluciones adaptadas a cada situación. Hay que tener en cuenta si hay que oscurecer u ocultar un espacio por necesidades de la actividad y si hay que regular la aportación de luz y controlar el calor según la orientación del edificio.

Hay que tener en cuenta también las condiciones de trabajo de sus ocupantes. De esta manera podremos dar una respuesta, lo más óptima posible a las prioridades exigidas como la regulación de la luz, el control del calor y confort económico y duradero, la regulación de la luz, la transparencia, la visión hacia el exterior, el control del deslumbramiento, etc.
Vista calidez de vivienda
La luz natural ejerce una triple acción en el bienestar humano: una acción física, ya que se trata de una forma de energía; una acción fisiológica, ya que estimula los receptores visuales, y una acción psicológica, dado que influye en la percepción del bienestar. La luz natural es de mejor calidad, respecto a la luz artificial, por su elevada luminosidad, su buena difusión y por su homogeneidad. Además, permite una mejor percepción de los colores que, para ciertas actividades, puede tener una influencia positiva en la calidad y en la seguridad en el trabajo.



Fuente: http://www.toldos.org/noticias_det.php?id_noticias=63

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