Los toldos sean quizás la manera más eficiente y económica de proteger de los elementos a un ambiente descubierto o zonas que por su uso no pueden estar provistas de una cobertura permanente.
La ventaja de utilizar toldos es su gran versatilidad. Podemos optar por diseños permanentes o semi-permanentes, (80€) fijos o retráctiles sin hablar de la gama de materiales, formas, tamaños y colores disponibles en el mercado. En todo caso, un toldo puede convertirse en un elemento que realce el carácter general de una edificación.
El toldo es un excelente elemento para controlar la temperatura en el interior del hogar. Pensemos que, cerca de un 20% del trabajo realizado por una unidad de aire acondicionado, es debido a la radiación solar a través de las ventanas y vanos. Cerca del 70% del calor dentro de un ambiente puede ser reducido utilizando toldos o parasoles.
Al incluir un toldo en una terraza, en un patio o en un jardín, podemos extender el espacio vital utilizable de nuestro hogar. Imaginemos que planeamos una reunión familiar para disfrutar de una tarde de verano junto a la parrilla…pero el sol calienta demasiado y corremos el riesgo de terminar con los invitados apretados dentro de la casa. Un toldo proporcionará la sombra, frescura y protección requeridas. Si por el contrario, lo que requerimos es un poco mas de luz en invierno, simplemente bastará con plegarlo.
Podemos valernos de un toldo para brindar protección adicional a ciertas áreas, tales como pisos o muros, cuyos acabados tiendan a degradarse a causa de la frecuente exposición solar.
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