A la hora de elegir el tipo de lona que vamos a usar en nuestro toldo, debemos saber cuales son las características de cada material, para ver cual se adecua mejor a nuestras necesidades.
Durante décadas, los toldos se han fabricado con algodón 100%
natural, pero esta fibra tiene bastantes problemas. Para empezar, su
color no es nada resistente a los rayos del sol e, incluso, en ciertas
condiciones climáticas puede pudrirse. Por esta razón, se ha dejado de
usar y se ha dado prioridad a las fibras sintéticas, mucho más
resistentes.
La lona acrílica está hecha de fibra que recibe el
pigmento del tinte cuando se está hilando. Por esta razón, es muy sólida
a la luz y los colores se mantienen vivos durante años. Además, esta
lona es muy cómoda de usar, porque lleva habitualmente un tratamiento especial impermeabilizante y anti-manchas. Para mantenerla, tan solo hay que darle un cepillado de ropa en seco, o con agua templada.
Por otra parte, la lona de fibra de vidrio, se
coloca en el exterior de la ventana como producto de cerramiento o como
cortina dentro de casa. Para hacerla, se busca la máxima estabilidad
dimensional a la temperatura, ya que tiene que estar expuesta de manera
constante al sol. También es importante destacar su gran capacidad como aislante térmico, ya que es una fibra mineral.
Una de las propiedades más destacadas del uso de la fibra de vidrio en lonas de toldos,
es que permite obtener filamentos de muy poco espesor, con lo que se
producen tejidos más finos, de poco gramaje. Las ventajas de esto son
muchas: también se puede usar en la confección de estores y se pueden instalar de manera mucho más cómoda y económica.
Finalmente, la lona para toldos de PVC es una de las
más usadas en los casos que se busca un aislamiento de la lluvia, por
su impermeabilidad. Acostumbran a ser más duraderos que los acrílicos
por su resistencia al desgarro y la rotura, pero tienen la desventaja de
que desprenden calor cuando les da el sol.
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