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viernes, 22 de marzo de 2013

Preparate para los dias de calor.



Llegan los días más calurosos y con más horas de luz, y aunque el aire acondicionado es una opción cada vez más popular para refrescar las viviendas, no conviene olvidar que las soluciones de toda la vida son económicas, prácticas y medioambiental sostenibles. Nos estamos refiriendo a los toldos, esos sistemas que llevan décadas instalándose en las fachadas de las viviendas y que sirven sencillamente para establecer una barrera entre las ventanas y la luz solar.

Los toldos son estéticos y muy prácticos, ya que además de reducir el calor, también aportan sombra durante las horas en las que la incidencia de la luz es más intensa. A día de hoy las opciones son muchísimas, en lo que respecta a motorización, tipos de lonas a escoger, sistemas de despliegue, tamaños… En general podemos decir que instalar un toldo es una excelente idea para reducir el consumo eléctrico del sistema de aire acondicionado, ya que un buen toldo puede llegar a minimizar el gasto energético hasta en un 20%.
A la hora de escoger un toldo para nuestras ventanas, hay que tener en cuenta cuatro variables que influirán en sus dimensiones y su precio: la longitud del espacio en el que se va a instalar el toldo, la salida (es el ancho del toldo una vez desplegado), la inclinación (el ángulo que hace el toldo con respecto a la fachada) y la línea (ancho de la lona, indispensable a la hora de hacer el presupuesto).
Otro parámetro que hay que considerar es el sistema de apertura que queremos que tenga nuestro toldo. El más corriente y económico es el manual, que si bien puede ser adecuado cuando no desplegamos y recogemos el toldo a menudo, en hogares con personas mayores o débiles no es recomendable. Otra opción son los motores, que pueden ir con un sencillo interruptor o bien conectados a un sistema domótico que la vivienda tendrá instalado (en este caso hay que verificar si el motor del toldo es compatible con el sistema). Y para terminar, existen motores con células fotosensibles, que despliegan los toldos cuando la luz solar incide sobre ellos.
El tercer aspecto de importancia cuando vayamos a comprar un toldo es la lona. Se trata quizás de lo más importante de todo, ya que es la auténtica barrera entre nuestra casa y el sol. La protección que una lona ofrece frente a la radiación solar se mide según el índice de factor solar de la tela, que viene expresado por un número. Cuanto menor sea este número, más protección aportará. Por ejemplo, una lona con factor solar de entre 0,7 y 0,8 supone una protección de entre un 70 y 80% frente al sol. A la hora de escoger la lona del toldo hay que tener en cuenta el clima de la zona en la que está la casa y las horas de luz solar que ésta reciba, dependiendo de la zona geográfica y la orientación del edificio.

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