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martes, 20 de noviembre de 2012

Andalucia...siempre innova


ESTADIO OLÍMPICO DE SEVILLA: Una cubierta de altos vuelos

"Lo más singular es que no se ven los cables que la forman", dice el Sr. Antonio Molina, uno de los autores de la obra.


 El pasado mes de agosto el Estadio Olímpico de Sevilla se dejó ver en el mundo entero gracias a la celebración en la capital andaluza de los Campeonatos del Mundo de Atletismo. El recinto deportivo supuso una obra de gran envergadura en todos los sentidos: casi 15.000 millones de pesetas de inversión y una mano de obra compuesta por 900 trabajadores durante el período de construcción, cuya primera fase se inició en febrero de 1997. Pero, sin duda, uno de los aspectos que más ha llamado la atención del estadio sevillano es su espectacular cobertura. Un elemento arquitectónico que se compone de 25.000 m2, que vuela 40 metros y que alcanza un peso de 2,5 millones de kilos.
La Revista TOLDO se puso en contacto con Ayesa, empresa que se encargó de proyectar y dirigir los trabajos de ingeniería del recinto, y habló con el Sr. Antonio J. Molina Ortiz, ingeniero de caminos, quien, junto con el Sr. José Luís Manzanares, fueron los creadores de la cubierta más espectacular que se ha hecho jamás en España.
TOLDO: ¿De dónde surgió la idea de una protección de este tipo?
Sr. Molina:
 La primera inspiración para llevar a cabo el proyecto fue de José Luís Manzanares.
TOLDO: ¿Se fijaron en construcciones de índole similar que ya hay en otros países?
Sr. Molina:
 Sí, desde luego. Tuvimos en cuenta los estadios de Roma y de Stuttgart, totalmente cubiertos.
TOLDO: Explíquenos el proceso de construcción de esta cubierta.
Sr. Molina:
 Se trata de unas estructuras tensadas; la principal se forma mediante un anillo exterior de compresión, uno interior de tracción y una serie de cables radiales. Así se origina una malla que se recubre a través de membranas. Supone una cubierta muy singular.
TOLDO: ¿Por qué?
Sr. Molina:
 Es que los cables no se ven. Además la membrana une los cables inferiores, destinados a recoger las succiones del viento, y los superiores, destinados apara soportar las cargas gravitatorias; es decir, la membrana une la estructura principal, y eso es realmente novedoso.
TOLDO: ¿Cuál fue el mayor inconveniente a la hora de proyectar una obra de estas dimensiones?
Sr. Molina:
 La forma del estadio, octogonal. El recinto tiene dos gradas laterales rectas y dos en el fondo curvas. La cubierta, por su lado, adquiere la forma de óvalo gracias a dos radios, de los que el lateral es el doble que el de los fondos. Eso supone que al encajar todas estas formas, las gradas de los fondos queden del todo cubiertas (incluso la protección va más allá de las propias gradas), mientras que las laterales no se tapen del todo.
TOLDO: ¿Y eso?
Sr. Molina:
 El diseño fue de acuerdo con la voluntad del proyecto de conseguir un edificio de perfil muy horizontal, que posibilite su integración con el menor impacto en su entorno; de ahí el esfuerzo realizado para evitar la aparición de mástiles de gran altura y controlar la espectacularidad habitual de las estructuras tensadas.
TOLDO: ¿Cuántos espectadores quedan, por tanto, el descubierto?
Sr. Molina:
 Unos dos mil, los que ocuparían las primeras filas de las gradas laterales. El estadio tiene una capacidad de algo más de 58.000 espectadores, de los que más de 56.000 están protegidos.
TOLDO: Por otro lado, ¿qué características tiene la lona que reviste toda la estructura de cubierta?
Sr. Molina: 
Es lona de poliéster revestida con PVC. Generalmente, en los estadios cubiertos que hay por Alemania, o por los Estados Unidos u otros países, la lona tiene un cierto grado de transparencia, mientras que en este estadio es totalmente opaca.
TOLDO: ¿Por qué?
Sr. Molina:
 Porque estamos en Sevilla. Y no es el mismo el sol que tenemos aquí que el que hay en Stuttgart, por ejemplo, donde es necesario que se cuelen un poco los rayos para que la temperatura suba un poco. El calor no es el mismo, ya se sabe...
TOLDO: Desde luego. Por otro lado, ¿qué es lo que se ha buscado con esta cubierta?
Sr. Molina:
 Además del aspecto estético, lógicamente, también hemos buscado la comodidad de los espectadores. Este estadio debe estar cubierto tanto de la lluvia como del frío por razones de su propia explotación. No es seguro que aquí se celebren partidos de fútbol, ya que Sevilla y Betis deben aún ponerse de acuerdo. De ahí que es básico que el recinto esté bien protegido sea cual sea el acontecimiento que se celebre.
TOLDO: ¿Cuál fue el cometido de su empresa, Ayesa, en la construcción de la obra?
Sr. Molina:
 Ayesa se encargó del proyecto y la dirección de la obra. ACS fue la compañía que realizó la construcción.
TOLDO: ¿Y cuánto tiempo duró el montaje de la cubierta?
Sr. Molina:
 Fue todo muy rápido. El montaje en sí seis meses, sin contar el período de prefabricación de los materiales.
TOLDO: ¿Y cree usted que una obra de esta envergadura puede dar un empuje al sector de la protección solar en España?
Sr. Molina: 
Yo estoy convencido de que sí. Incluso se comenta que ahora se quiere cubrir también todas las localidades del campo del Betis. Ojalá la cubierta del Estadio sirva para relanzar al sector en nuestro país.

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