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domingo, 24 de junio de 2012

TOlDOS CONTRA EL SOL!!



Alternativas para la protección del comercio y la vivienda

Desde los tradicionales toldos de punto recto, de accionamiento manual, pasando por los modelos en forma de capote y de abanico, se ha transitado un largo camino hasta los actuales diseños motorizados y automatizados que lideran el mercado.

De este modo el toldo, que resultaba un elemento fundamental a la hora de proteger viviendas y comercios de los rayos del sol y la lluvia, se ha convertido en la actualidad en una parte importante del diseño de un inmueble.

Los toldos de brazos invisibles son los más novedosos y sofisticados en cuanto a su diseño, sistema de control y funcionamiento. Pueden cubrir superficies grandes y pequeñas, y sus brazos, que se fabrican en medidas personalizadas y  permiten distintas posibilidades de sujeción: frente, techo o entre paredes, y diferentes medidas de apertura, desplegando el toldo necesario para cada ocasión. El proceso de templado del aluminio permite que los brazos sean resistentes a pesar de ser livianos. Este modelo acepta accionamiento manual en toldos de hasta seis metros de ancho. Los de mayor tamaño deben estar necesariamente motorizados mediante la instalación de motores tubulares invisibles, que permanecen ocultos por su tamaño reducido y su forma cilíndrica. El comando para accionar el mecanismo puede ser remoto o por medio de una llave de pared. La motorización tiene un costo que varia según las dimensiones del toldo y la procedencia del motor.

Uno de los factores de mayor incidencia en el costo es la lona que se utiliza en la fabricación. Las vinílicas son más económicas y de limpieza más sencilla, pero levantan temperatura con la luz solar, por lo que son menos resistentes y frescas que las acrílicas, que son permeables al aire.

Los modelos más modernos son automáticos. Poseen sensores que permiten que el toldo se despliegue si la luz solar es muy intensa o que se repliegue si el anemómetro detecta que el viento fuerte podría dañarlo. Las unidades más sofisticadas combinan ambas funciones. La automatización  dependiendo de las dimensiones del toldo y si el sistema es importado o de fabricación nacional.

Algunos modelos permiten también la instalación de equipos de programación horaria diaria y semanal.

Para mayor seguridad, los toldos de brazos invisibles admiten distintos tipos de complementos, algunos destinados a mejorar su funcionalidad, como por ejemplo faldones regulables que generan mayores superficies de sombra. Otros, a prolongar la vida útil del toldo, ya sea cuando está desplegado (tejadillo) o recogido, los denominados cofres.

Los modelos de brazos invisibles, ideales para la protección solar, no son el mejor aliado contra el viento. Para zonas ventosas se recomienda la colocación de toldos de punto fijo, menos elegantes en su diseño, pero que pueden ser también motorizados y automatizables, con la ventaja de ser más resistentes.

El viento, otro enemigo 
Los toldos de brazos invisibles se pueden colocar en terrazas, patios y ventanas, y no son los únicos que admiten la instalación de sensores mixtos de viento y sol.

Sus funciones están combinadas en una computadora digital programable que acciona el funcionamiento de un pequeño motor.

El toldo se despliega sistemáticamente ante la presencia del sol, a menos que el anemómetro incorporado determine que la velocidad del viento podría dañar la integridad de la unidad.



Fuente: http://www.construirydecorar.com/scripts/areaservicios/noticia/nota_rubro.asp?IdSeccion=6&IdNota=5529&IdRubro=67

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